El gran motor del cambio de uso de suelo en Almería es principalmente la agricultura de alto rendimiento que se realiza bajo plástico. Si bien esto genera beneficios por ser uno de los mayores productores de hortalizas a nivel europeo, lo cierto es que también tiene unas consecuencias negativas que afectan al ser humano. Solo tenemos que observar un poco para darnos cuenta de todas las implicaciones que tiene este tipo de cultivo y su cada vez mayor extensión en superficie:
- A nivel visual, este tipo de cultivos generan un gran impacto. No sólo por el cambio drástico que supone en el paisaje, si no por que se trata de estructuras nada bonitas, que desentonan con el medio en el que se encuentran embebidas. Por lo que para el bienestar humano, supone una reducción de la posibilidad del disfrute del paisaje que cada vez va aumentando conforme se van creando más invernaderos y por tanto, se van cambiando mas usos de suelo.
- Este tipo de agricultura, genera una gran cantidad de productos tóxicos y de material no biodegradable, que evidentemente no favorecen para nada al bienestar humano. Los invernaderos han proliferado de tal forma, que más del 30% de los de nueva construcción son ilegales y no poseen ningún tipo de control sanitario o ambiental sobre su ubicación o los tratamientos que utilizan para la aceleración y cuidado de sus cultivos. Los plaguicidas por ejemplo, producen efectos muy peligrosos en la salud humana. Además de la contaminación de la piel por contacto, su inhalación puede ser letal. La ingestión de alimentos contaminados por plaguicidas también es un punto importante, así como los vertidos al mar, (como ocurre en algunas zonas del litoral mediteráneo) provocan que podamos consumir pescados y mariscos contaminados. Además la utilización no adecuada de los plaguicidas provoca que el producto que ha sido tratado pueda ser tóxico en su consumo. A esto se une también la quema de plásticos de manera incontrolada e ilegal, lo que genera toxinas muy peligrosas para la salud humana
- Su alto rendimiento, propicia la especulación del suelo, y por tanto, la gran entrada de capitales ajenos al mundo agrario.
- Actualmente, debido al manejo que la agricultura convencional hace del suelo, a la continua deforestación de tierras para uso agrícola y al asfaltado y sellado de terrenos fértiles bajo la cubierta urbana, el suelo se ha convertido en un gran emisor de gases invernadero, responsable de un 18% de las emisiones de CO2 totales.
- La protección del suelo como recurso debe ser tomada en cuenta urgentemente, no sólo por su importante papel en el balance del CO2 atmosférico, sino también por su importancia en nuestra seguridad alimentaria: es necesario proteger la fertilidad del suelo si queremos asegurar el clima y la alimentación del futuro.
Por otro lado, podemos ver las consecuencias que han sucedido tras los cambios en el uso del suelo en Tabernas (Almería) (Alemayehu et al., 2006). La combinación de condiciones ambientales extremas y la modificación en los patrones de uso del suelo en las últimas décadas hacen que aumente el riesgo de desertificación de la zona.
En los últimos 45 años, 2507 hectáreas de secano han cambiado su uso.
- 1477 hectáreas (el 57,7% del total) se han transformado en regadio
- 857 hectáreas (34%) han sido abandonadas
- 202 hectáreas (8,3%) se utilizaron para distintas actividades (infraestructuras, industria, etc.) que dejan el área sin cobertura vegetal.
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Bad lands, Tabernas (Almería). Foto: Yves Morel Août 2008 |
El abandono de las tierras y el paso de secano a regadío parece ejercer una presión sobre el ambiente que puede suponer un incremento en los procesos de desertificación como la erosión del suelo, la salinización y la contaminación.
El cambio de los
usos del suelo es, sin duda, el impulsor más importante a la luz
de los datos de las cinco últimas décadas. Los procesos de implantación de
áreas de industrias portuarias (AIP), primero, el desarrollo turístico y
agrícola, después, así como la construcción de grandes infraestructuras y la
incontrolada explosión de la construcción de zonas residenciales de los últimos
años, han transformado de forma radical las áreas litorales españolas. Han
desaparecido ecosistemas que constituían hábitat críticos para especies de
flora y fauna singulares que actualmente se encuentran amenazadas. Esto es así
porque, con especial ahínco, han sido ocupadas antiguas lagunas costeras,
dunas, marismas, estuarios y desembocaduras; y, en las últimas dos décadas,
cualquier tipo de espacio, terreno o ambiente, en los dos primeros kilómetros
de la costa. Prieto (2009) señala que el proceso ha sido tan virulento que en
los últimos veinte años la superficie artificial en el litoral supone la mitad
de lo construido en los últimos dos milenios.
Como conclusión ,en la figura se muestra la relación entre el modelo de desarrollo y los ecosistemas costero marinos en España a lo largo de los últimos 50 años. Se observa que durante la primera parte de lo que podría ser un ciclo, ha existido un claro beneficio, que ha repercutido en nuestro bienestar, de los servicios que proporciona el sistema litoral. Cuando éste ha sido forzado con objeto de obtener más servicios, el litoral ha sido transformado, degradado, expoliado, alteradas las funciones del ecosistema, etc. Ello ha producido un claro empobrecimiento del capital natural y también se han reducido los servicios que gratuitamente prestaba dicho ecosistema. La última fase del ciclo es aquella a la que hay que responder con un esfuerzo por recuperar lo perdido.
http://www.forestales.net/archivos/forestal/pdfs%2034/cambio_uso_suelo_andalucia.pdf
http://www.ecologistasenaccion.org/article17869.html
Alemayehu, T.; Recatalá, L.; Fabbri, A.G.; Sánchez, J. 2006. Land use change detection as a basis for analysing desertification processes; a case study in Tabernas (Almería, Spain). Springer Netherlands.